jueves, 18 de mayo de 2017

¡Cómo creer en medio de la adversidad!

 
17  de Marzo

¡Como un grano de mostaza!

Por Riqui Ricón*

Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará;  y nada os será imposible (Mat 17.19-20).

Es muy interesante notar aquí que las palabras “poca fe”, en la mayoría de las traducciones inglesas y en varias en español, significan, literalmente, incredulidad o desconfianza en Dios.

Y él les dijo: «Por su falta de fe. En verdad les digo que si ustedes tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a este monte: 'Pásate de aquí para allá,' y se pasaría enseguida, y la cosa no les sería imposible (MH-DuTillet).

Jesús les dijo: Por su incredulidad; porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: "Muévete de aquí", y se movería, y nada les sería difícil (Sy Español).

Y Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fé como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible (Reina Valera 1865).

Jesús les respondió: --Porque ustedes no confían en Dios. Les aseguro que si tuvieran una confianza tan pequeña como un grano de mostaza, podrían ordenarle a esta montaña que se moviera de su lugar, y les obedecería. ¡Nada sería imposible para ustedes! (BLS).

Fe es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve, pero ¿cómo puedo estar seguro de aquello que no puedo ver? ¿Cómo estar convencido de recibir lo que estoy esperando? Dicha certeza y convicción sólo pueden provenir del hecho irrefutable e infalible de que tengo la Palabra de Honor del único Dios vivo y verdadero respecto a esas cosas que estoy esperando. Puesto que es La Palabra de Dios, sólo La Biblia te puede proveer de tal certeza y convicción.

Sal 119:42 RV60  Y daré por respuesta a mi avergonzador,  Que en tu palabra he confiado.

¿Cómo puedes estar seguro(a) de tu sanidad cuando tu cuerpo se siente mal y los análisis clínicos y tu doctor dicen que estás muy grave? ¿Cómo puedes estar convencido(a) de que tu hijo(a) vendrá a Cristo y saldrá adelante con su vida cuando la evidencia diaria es que no te obedece y anda con malas compañías? ¿Cómo puedes tener la certeza que tu matrimonio se salvará cuando todos los días son pleitos y malas caras y ya se habla de divorcio?

Rom 10:11 RV60  Pues la Escritura dice:  Todo aquel que en él creyere,  no será avergonzado.

En estos (y todos los casos), la certeza de fe llega cuando miras atentamente a lo que dice la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente; esto es, cuando encuentras una promesa de Dios a tu favor, respecto a tu necesidad, entonces puedes estar cien por ciento seguro(a) que si Dios lo dijo, Él lo va a cumplir, si Dios lo habló, entonces Él lo va a ejecutar.

Núm 23:19 NTV  Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?

Así, fe es creerle a Dios, creeyendo Su Palabra.

Los discípulos no pudieron echar fuera ese demonio porque no creyeron que, de acuerdo a la Palabra de Jesús, tenían el poder y la autoridad para hacerlo. Por eso Jesús exclamó:

¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? (Mat 17.17).

Ellos dudaron de lo que la Palabra de Dios dijo que eran capaces de hacer y por eso, perdieron su identidad y no consiguieron cumplir su propósito.

Tener fe como un grano de mostaza significa vivir en lo supernatural de la Palabra de Dios; significa entrar a poseer la tierra y establecer el reino de Dios, el reino de los cielos, con la total certeza de que eres un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO y que, por lo tanto, lo que es imposible a los ojos y mentalidad humana para ti SI ES POSIBLE.

Mar 9:23 RV60  Jesús le dijo:  Si puedes creer,  al que cree todo le es posible.

Sin embargo, en el momento que estos hechos acontecieron en la vida de los discípulos, ellos aún no habían Nacido de Nuevo.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto  con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;  y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).

Recuerda que el Nuevo Nacimiento es el cumplimiento del Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús e incluye un corazón nuevo, ser creado espíritu nuevo (nacido de nuevo o renacido o regenerado) y al Espíritu Santo dentro de ti.

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Eze 36.26-27).

Y si a esto le agregas esa medida de FE, QUE YA TIENES, te puedo asegurar que le dirás a ese monte que hoy estás enfrentando: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada te será imposible.

Saber y CREER que eres un(a)Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo te da la identidad correcta, te establece en quien tú eres ahora en Cristo Jesús.

Ahora bien, la idea de poca, mediana o mucha FE es totalmente errónea. Tú y yo hemos sido dotados por Dios con LA MEDIDA de FE, que es exactamente la misma para todas Sus Hijas e Hijos.

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno (Ro 12.3).

 Así que, de acuerdo a la Palabra de Dios, tú tienes la misma fe con la que Pablo, Pedro y los apóstoles, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén (Mar 16.20).

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra (2 P 1.1).

Eres un(a) Hijo(a) del Reino y tienes esa fe, como un grano de mostaza.

¡Dios lo dice! Por lo tanto, ¡Es la Verdad!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, hoy quiero darte las gracias por tanto y tan grande amor. Lo que hiciste por mí al entregar a Tu propio Hijo para pagar mis pecados en mi lugar, es algo tan maravilloso que nunca dejaré de agradecértelo. Señor Jesús, por Tu muerte y resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna y tengo entrada por un mismo Espíritu al Padre. Cada día comprendo más que yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices que soy: ¡Un(a) Hijo(a) amado(a) del Rey! Por lo tanto, estoy seguro(a) que Tú, Espíritu Santo, y yo, haremos de mi vida una vida que vale la pena vivirse. No voy a dar lugar al miedo, ni a la duda, ni a la incredulidad. ¡Voy a creer solamente! ¡Yo tengo Tu fe, Señor Jesús! ¡Creo que por Tus heridas soy sano(a), Señor Jesús! ¡Creo que es Tu deseo que yo prospere en todo y que tenga salud, así como prospera mi alma! ¡Creo que todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Creo que mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Creo que este, y todos los días de mi vida, voy a salir más que vencedor(a) en todas las cosas, por medio de Tu Amor, mi Dios! Lo creo en el nombre de Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios! Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Marzo 17                     Mat 17 /  Núm 3-4 /  Ecl 3.16-4.16

 

 

 

 



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